Cuando mis hijos eran pequeño, una de las cosas que más me gustaba era leerles cuentos antes de irse a dormir; era un momento muy especial y a ellos les encantaba, sobretodo si hacia las voces de los personajes. Desde entonces, cuando voy a la librería o a la biblioteca, me gusta pararme un rato en la sección infantil y echar un vistazo a los cuentos nuevos que se van editando. Hace unos días me encontré con éste. Se trata de una pequeña caja metálica, a la que se le puede dar cuerda para que suene una bonita nana; en su interior encontramos una colección de cuarenta tarjetas, cada una con un cuento breve. Las tarjetas llevan por una cara el cuento y por la otra una ilustración a todo color. Encontramos fábulas, leyendas y muchos cuentos clásicos.
Me parecen estupendos para leerse los a los niños antes de ir a la cama, sobre todo si no tenemos mucho tiempo para ello.
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